La obesidad sigue siendo un desafío importante, a nivel nacional y global. Sin embargo, la prevalencia de la obesidad en los Estados Unidos es mayor que en cualquier otro país1. La obesidad trae consigo varios factores de riesgo, incluyendo diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares, apnea obstructiva del sueño, SOP, enfermedad renal crónica, enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), y muchos más. Dicho esto, las condiciones comórbidas e incluso la tasa de mortalidad pueden disminuir con una pérdida de peso de mínima a moderada. En una nota aún más positiva, con la mayoría de las condiciones comórbidas, ¡cuanto mayor es la pérdida de peso, mayor es la mejora!
Tomemos un momento para observar algunas condiciones comórbidas y demostrar que incluso un poco de pérdida de peso puede generar mejoras. Cuando se trata del viaje de pérdida de peso de cada uno, ver y celebrar las victorias fuera de la balanza son igual de importantes.
Efectos de la Pérdida de Peso en la Diabetes Tipo II
Perder peso puede ayudar a prevenir y mejorar la diabetes tipo II. Incluso una modesta reducción de peso del 6,7% ha demostrado en dos estudios diferentes disminuir la incidencia de diabetes tipo II en un 58%. Además, la incidencia de diabetes se redujo en todas las razas, sexos, edades y niveles de obesidad2. No importa quién seas, perder incluso un poco de peso puede ayudarte a prevenir la diabetes tipo II.
El estudio Look AHEAD tomó a más de 5000 diabéticos tipo II y examinó su pérdida de peso y efectos en su diabetes. Incluso los participantes con una pérdida de peso del 5% (pero mayor o igual al 2%) vieron una mejora en su glucosa en ayunas y Hemoglobina A1c. Además, cuanto mayor era la pérdida de peso, mejores eran sus resultados. Cabe señalar que estas mejoras con la pérdida de peso se produjeron mientras los participantes DISMINUYERON sus medicamentos para la diabetes según fuera necesario2
Efectos de la Pérdida de Peso en los Riesgos de Enfermedades Cardiovasculares
El estudio Look AHEAD también mostró beneficios más allá de la diabetes tipo II. En cuanto a los efectos sobre el riesgo cardiovascular, los triglicéridos y la presión arterial sistólica (el primer número en las lecturas de presión arterial) comenzaron a mejorar con una pérdida de peso del 2% - 5%. El colesterol HDL y la presión arterial diastólica (segundo número en la lectura de presión arterial) comenzaron a mejorar con una pérdida de peso del 5% - 10%. Todos estos factores de riesgo continuaron mostrando mejoras a medida que la pérdida de peso continuaba2.
Efectos de la Pérdida de Peso en la Apnea Obstructiva del Sueño
La pérdida de peso necesita ser un poco más sustancial para ayudar a mejorar la Apnea Obstructiva del Sueño (OSA), pero sigue siendo alcanzable. Una cosa interesante con la OSA y la pérdida de peso es que incluso con un poco de recuperación de peso, la OSA permaneció en remisión para algunos participantes2. El estudio Look AHEAD incluyó un sub-estudio llamado Sleep AHEAD. Este examinó los cambios en la apnea del sueño observados a partir de una Intervención Intensiva del Estilo de Vida vs. apoyo y educación sobre diabetes. Una Intervención Intensiva del Estilo de Vida (ILI) se define como incluir al menos 6 meses de intervención integral de alta intensidad, que consiste en una dieta reducida en calorías, aumento de la actividad física y terapia de comportamiento3. Al cabo de un año, la remisión de la OSA fue 3 veces más común en el grupo ILI. Para ver una mejora en la OSA, se necesitó una pérdida de peso de al menos 10 kg (~22 libras).
Estas son solo algunas condiciones comórbidas que mejoran con una pérdida de peso mínima a moderada. También hay datos que muestran mejoras en PCOS, osteoartritis, hepatitis esteatósica no alcohólica (NASH), depresión, incontinencia urinaria de esfuerzo, ¡y muchas más! Nunca es demasiado tarde para buscar la pérdida de peso, y no te desanimes por una pérdida de peso mínima. Incluso esos pocos kilos están mejorando tu salud desde adentro hacia afuera.
Referencias:
- Mechanick, Jeffrey I. “AACE/TOS/ASMBS/OMA/ASA 2019 Guidelines.” Endocrine Practice, vol. 25, no. 12, 2019, doi:10.4158/GL-2019-0406.GL.
- Ryan, D. H., MD, FTOS, & Yockey, S. R., MD, FACOG. (2017). Pérdida de Peso y Mejora en Comorbilidad: Diferencias al 5%, 10%, 15% y Más. Curr Obes Rep, 6(2), 187-194. doi:10.1007/s13679-017-0262-y
- Webb, V. L., & Wadden, T. A. (2017). Intervención Intensiva en el Estilo de Vida para la Obesidad: Principios, Prácticas y Resultados. Gastroenterology, 152(7), 1752-1764. doi:10.1053/j.gastro.2017.01.045